lunes, abril 18, 2016

La adicción al triunfo

Siempre he pensado que el deporte es algo que todo humano debería practicar, independientemente del género. Puesto que todos nacemos imperfectos, es decir, ya de entrada hay un gen de agresión y de malicia en nosotros (junto con muchas cosas positivas y cualidades varias, claro), es importante empezar a emplearlo en algo enriquecedor, liberarlo y canalizarlo de la manera más correcta posible y transformarlo en algo positivo. Y una de las vías más importantes para hacerlo es, justamente, el deporte.

Practicando cualquier deporte, aprendemos a superar obstáculos, a digerir las victorias, a levantarnos después de cada derrota y a aprender, explorar, buscar, investigar... A querer ser mejores, mejores que otros y mejores que nosotr@s mism@s de ayer. Es un camino infinito de búsqueda y superación, y sea el nivel que sea al que lo practiques, tienes la recompensa garantizada.

El querer ganar forma parte de la competición,  a nivel profesional y también a nivel aficionado. Y no me refiero a los puntos ni resultados concretos, querer ganar es algo más allá de eso, es buscar ganar ese día concreto, esa partida o ese partido concreta(o), ese match concreto, en ese momento...

La victoria es algo adictivo. Y de ahí el título del post. Mientras la palabra "adicción" muchas veces puede tener una connotación negativa, no es el caso. Estamos ante esa canalización correcta de la "agresión/malicia innata" que mencionaba al principio. Buscamos vencer, ser mejores que otros, adelantarnos... pero de forma positiva, ya que lo que realmente buscamos es superarnos a nosotros mismos y ser mejores de lo que éramos ayer. De ahí que muchas veces nos deja un sabor agridulce una victoria "robada", cuando sabemos que no hemos hecho nuestra mejor partida, no hemos desplegado nuestro mejor juego, y llegamos a sentirnos hasta algo "culpables", aunque obviamente no tengamos ninguna colpa de que nuestro rival no haya aprovechado nuestros errores y haya cometido ese "penúltimo error".

Una vez que pruebas el sabor de vencer, quedar Campeón(na), ya vas de cabeza. Y si te ocurre que lo experimentas varias veces, ya te vuelves "adict@".

La victoria, ganar, es sumamente adictivo. Qué es un buen resultado? Estar en el top 100 es bueno? En el top 10? En el top 5? Quedar entre los 3 primeros en una competición durísima, donde no eres el único favorito ni mucho menos, sino está reunida la flor y nata del país (continente, mundo)? Quedar segundos es bueno o malo? La respuesta es: queremos ganar. Queremos ganarlo todo, siempre, cada partida, cada match, perfeccionar esas maniobras, aperturas, medios juegos, finales, no fallar en el cálculo, realizar entregas y combinaciones deslumbrantes y no permitir contrajuegos, apretar y asfixiar en finales impecables... Queremos ganar con resultados abultados, queremos ganar tripletes, dobletes... Queremos quedar primeros, y si puede ser en solitario, mejor...

Tras esta extensa introducción, podréis entender mejor por qué finalizar la Liga en el segundo puesto a tan solo medio punto del ganador (¡felicidades, Mollet! ¡Muy merecido!), después de haber ganado la fase previa de la Copa, y con la Final por delante el próximo domingo 24, nos ha dejado con un poco mal sabor de boca... :)

Pensaba todo esto en el coche camino a Lleida, donde teníamos el último match. Sabíamos que ya no dependíamos de nosotros para quedar primeros, nosotros íbamos a ganar sí o sí, pero, habiendo perdido contra el rival directo, el Mollet, todo quedaba en sus manos ahora, y ganando la última (que es lo que pasó), quedaban primeros ellos. Eramos conscientes de que todo esto lo habíamos provocado nosotros mismos perdiendo con ellos, y que nos habían ganado realmente bien, que quedar segundos al fin y al cabo no es quedar el 80... pero, por todo lo explicado arriba, ganar crea adicción y ya lo sabes!! :-)



Iba pensando todo esto en el coche donde íbamos 7 personas (coche grande, sí xD), de las que 6 eramos jugadores, y nadie decía nada, había un silencio depulcral. En el fondo todos estábamos pensando en lo mismo, en ganar esta última también, en darlo todo, en las oportunidades desaprovechadas, en pensar en la Final de la Copa desde YA... Nadie abría boca, solo hablaba Jordi con el copiloto de vez en cuando, el resto estábamos concentrados, preparándonos para el match, lamentando no haberlo podido dar todo en alguna ronda anterior, lamentando no haber podido garantizar la victoria, el quedar primeros y no segundos... Pensaba todo esto, mientras escuchaba la canción motivadora que me acababa de pasar David (que siempre consigue motivarme al máximo, muchísimas gracias... :)), y me daba cuenta, por enésima vez en mi vida, de lo bonito que es realmente el deporte, ese espíritu competitivo y sus lecciones...

Al final pasó eso, conseguimos ganar con un score abultado 3 - 7 (yo también conseguí ganar una buena partida), pero el impecable Mollet ganó también y acabamos segundos y primeros, respectivamente. De vuelta, en el coche, con la misma "configuración" :-) , con las mismas sensaciones, hablando lo justo y con las mentes ya puestas en el próximo domingo, sin intercambiar mucha conversación, nos entendíamos todos a la perfección, como si nuestras mentes se hubieran unido en el momento. Decidí que me gustaría compartirlo con todos vosotros para que así pudiérais ver un poco lo que vivimos los deportistas en nuestro día a día y en nuestra "cocina"...

Espero que lo hayáis disfrutado, nosotros ya como dije estamos concentrados en la Final el domingo que será en Mollerussa, ya os contaré qué tal y si hemos podido ganar al menos el doblete y así no nos traumatiza tanto ese segundo puesto en la Lliga jajaja :P

Abrazos a todos y ya sabéis que me podéis dejar cualquier pregunta que tengáis e intentaré responderos encantada. ¡Feliz semana!

Ana






2 comentarios:

MIkel dijo...

Muchas gracias Ana por compartir tus experiencias, sigo (en silencio) tu blog desde hace mucho tiempo, te hace cercana y haces, muchas veces que me meta yo mismo en tu historia. !!Me he leído casi todo tu blog!!. Por cierto, muchas gracias por la partida que jugamos el año pasado en el Arturo Soria Plaza de Madrid, fueron 4 horas de partida, quedábamos ya solo 4 personas y me hacía ilusión "aguantar" tanto tiempo contra un GM. Pocas derrotas me dejaron tan satisfecho como tu partida (mira que la he analizado). Gracias por firmarme la planilla.
Mikel

AnnA dijo...

Hola! Me alegro de que te guste mi blog y que disfrutaras tanto de la partida! Gracias por tu comentario, un abrazo! :)