A veces no somos conscientes de lo mucho que somos capaces de lograr y lo lejos que podemos llegar. A veces, son necesarias esas pequeñas (o grandes) adversidades, esos pequeños (o grandes) empujones que nos hacen despertar ese espíritu luchador que llevamos todos dentro. A veces pasa, que luchamos por conseguir algo que ni sabemos muy bien en qué vamos a utilizar. A veces queremos ser totalmente libres y una ves lograda, ya no sabemos qué hacer con tanta libertad. Al final, lo importante es ser feliz.
Stuttgart, a 16 de Abril de 2014