23 de Agosto, 2006
Y así fue. El Tiger Persson (me duele sólo de escribir su majestuoso nombre, me duele) se presentó en la sala casi media hora antes de comenzar la ronda, que incomparecencias ni que leches, para hoy… Y cuando entré yo (que tampoco soy de tardar en llegar, que digamos), él ya estaba en la pose habitual del ajedrecista sumergido en sus variantes. Para variar, pudo desinfectar el tablero del veneno de la b5, y se llevó la merecida victoria, así sin más.
Da lo mismo, yo le sigo queriendo igual… xDD
PD. Eso sí, cuando al cabo del día vino a la mesa de la Organización para preguntar si la ultima ronda era igualmente a las 16.00, justo entonces estaba yo; y por poco le digo que no, que es a las 9.00 de la mañana; ay, que mala soyyyyyyyyyyyyyyyy… ;-) Pero al final no se lo dije, y le dije que sí era a las 16.00, como es en realidad. Asi que mala mala no parece que sea ;-))))
Os quiero mucho,
Sara
