Ya está aquí la primavera otra vez. Es precioso contemplar cómo se va despertando la naturaleza de este largo letargo en el que suele sumergirse durante varios meses en invierno. Los árboles ya florecen, el sol cobra cada día más fuerza, los días son más largos y, sin ir más lejos, ¡huele a primavera!
Para algunos suele ser una epoca de cambios; otros siguen el ritmo frenético sin detenerse a pensar y reinventarse. El día a día es cada vez más estresante, normal, estamos viviendo en una era muy acelerada en todos los sentidos.
Este sin parar es justamente lo que nos impide ver, mirar, apreciar y disfrutar de los pequeños placeres de la vida, estas pequeñas cosas que, si nos paráramos un solo momento, veríamos lo bonito que es todo, ese ciclo de la vida, esos letargos y despertares, esos olores a temporadas, esos aromas, esos pequeños cafés con pastelitos, esa brisa que tanto nos inspira... estos rayos de sol, cada vez más intensos...
La vida te puede sorprender en cualquier momento, te abre miles de puertas, te da oportundades, te enseña muchas cosas... y ya solo depende de ti si quieres vivirla o pasarla.
Yo te digo una cosa: atrévete a vivirla. Tienes mil razones para sonreír y ser feliz. Que pueden ser como logros personales tanto esas pequeñas cosas que decíamos, empezando por una ducha aromática a primera hora del día.
Y recuerda: hay una cosa más por la que deberías ser feliz y vivir la vida, tú vida, como solo tú sabes, como nadie. Y es que no hay nadie como tú en este mundo. Eres único entre tanta gente. ¡A que es una razón totalmente irrefutable para ser feliz!
¡Sed positivos y disfrutad!